Como es sabido por todos, la organización existe para dar satisfacción a las diferentes necesidades que se puedan presentar en la sociedad, ya sea de manera individual o colectiva, es por lo que adquiere relevancia la actitud que presente un/a trabajador/a dentro de alguna organización, debido a que son éstos quienes dan vida y en definitiva producen los bienes y/o servicios que ofrezca una organización, considerando que los directos receptores son las personas que conforman la sociedad.
El estado anímico de los trabajadores se torna esencial para lograr una producción efectiva y satisfactoria para los beneficiarios de dichos productos, es por lo que se deben considerar diversos factores o variables que condicionan el accionar de las personas de una organización, tales como capacidad laboral, horarios de trabajos, tratos dignos y de respeto, entre otros, los cuales se deben mirar como el ente movilizador y facilitador de un buen proceso productivo. En muchas ocasiones, si el empleado percibe que se preocupan por el sinceramente, ya es un elemento motivador, que puede extenderse también a sus compañeros, al notar éstos que en la empresa se trata a los empleados como personas, y no como simples recursos humanos. Así la intervención de un consultor externo, daría pie para que se logre trabajar sin sobre exigencias y con una buena disposición a dar cumplimiento a los objetivos que persiga una organización.
La presencia de un consultor se torna central al momento de pensar en la consecución de espacios de concientización para los diferentes estamentos de una organización, pasando desde la cumbre estratégica hasta el Staff de apoyo, ya que éste realizaría un diagnóstico desde, para y con los funcionarios de ella, con una mirada neutral por no ser parte directa de la organización, haciendo las veces de espejo para quienes presenten desmotivación laboral o quienes influyan en dicha problemática.
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